Duerme pequeña, duerme... Zzz...

Hay privilegios en la vida, que no valen dinero... Sonreír, sonreír podría ser uno de ellos. ¿Para qué andar como alma en pena cuando puedes tener la sonrisa más meticulosamente perfecta que puedes mostrar? Supongo que llorar, también es otro privilegio. Es una forma de liberar tus sentimientos, y no todo el mundo sabe cuándo, cómo y porqué llorar, tampoco todo el mundo se atreve a derramar lágrimas en público; quizás sea por vergüenza o quizás sea por su propia reputación. No creo en mi segunda opción, tengo un ejemplo muy claro en mi cabeza, Barack Obama, el presidente de los Estados Unidos, aquel que lloró en público, ante cámaras...

Dormir, dormir es un placer de la vida. Tu cuerpo reposa, descansa, imagina, viaja en el tiempo, disfruta del presente ya que en muchos casos, cuando despiertes, no recordarás lo que has soñado. La almohada, la almohada siempre dice algo de nosotros... Cada almohada ha sido modelada por todos nuestros sueños y pesadillas. No se si os ha pasado alguna vez, pero, cuando te vas a un hotel, la almohada, es diferente. Yo me siento extraña, la mayoría de las veces, están muy aplastadas, demasiado. Ahora estoy leyendo un libro con el que me he dado cuenta que, las almohadas, contienen nuestros miedos y nuestras alegrías vividas en sueños e incluso despiertos, y por ello, le ponemos una funda, para que nadie pueda saber ninguno de estos.
También es verdad que hay veces que no necesitas ninguna almohada... Supongo que a todos nos ha pasado, que un/a niño/a se quede dormido/a en tu regazo. Supongo que a cualquier persona, eso le daría igual y, es más, según quien, intentaría encolomar "el mochuelo" a otra persona. Yo no lo hice. Ayer por la noche, una cría de unos cinco añitos, Inés, se me durmió en los brazos. Estaba muy cansada, supongo que ella, no está acostumbrada a tanta fiesta. Los vecinos, nos reunimos en la zona comunitaria y cenamos todos juntos con un poquito de musiquita de fondo.... Ella, se quejó, de que estaba cansada, pero como buena fiestera que es y será, no quería volver para casa... (normal, yo tampoco hubiera querido). Total, decidimos cogerla en brazos. Estuvo un rato en el trance... (como yo digo, ese rato donde te enteras de lo que pasa pero, al día siguiente, no te acuerdas de nada...). Me encantaron sus últimas palabras antes de dejarse vencer por el sueño, pronunciados con su dulzura:  Estoy cansada, quiero irme a casa... Cerró sus ojos y empezó a dejar volar su imaginación...


Hola mis blogger@s favoritos... bueno la verdad es que supongo que Lene tiene muchísima razón. Las ganas de escribir vienen, la inspiración viene a ti, y no tienes que irla a buscar... Quizás esta entrada no sea de las mejores que he hecho, pero, es totalmente cierta. Inés, una princesita, se quedó ayer dormida en mi falda... Me encanta esa cría, es muy cariñosa, me encanta la manera tan vergonzosa con la que se me acerca y me planta un beso en la mejilla pronunciando acto seguido estas palabras: <<Te quillo...>>. Ayer, sentada abrazada con ella, se me ocurrió el hecho de dedicarle una entrada, aunque no la leyera, me gustaba la idea de hacerlo así que aquí estoy, aprovechando esta oportunidad y este ratitoo... Muchas gracias por leer mis cursiladas <3 

Siempre vuestra, Míriam