-Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve
a brillar entre las nubes.
Esa era Mami, tan dulce y
valiente. Ahora ella era la que me abría un poquito la tela que hacia la
función de cortina. Desde que empezó la Tercera Guerra Mundial, la gente ha
tenido que marchar de sus ciudades y la mayoría vivimos en la más absoluta
miseria. Nadie nos ha enseñado a sobrevivir. Poca gente posee armas de fuego y
quienes las poseen, no se pueden permitir el lujo de malgastar una de sus
balas. Mami canturrea. Su voz es la que me acaba de despertar. Ella me regala
las fuerzas que de vez en cuando me faltan. Ella me recuerda que estoy viva y
que hay alguien en otra parte del mundo que me recuerda, que quizás me necesite
y que incluso me quiera, mi hermana me espera y no puedo desperdiciar el tiempo
estirada en una cama. El perfume de Mami me marea un poco. Noto que aún no
estoy en plena forma, aunque me siento capacitada para levantarme.
-Mami, ¿cómo va todo? - pregunté
intentando esconder mi cansancio.
- ¡Orit! ¡Bienvenida otra vez!
-sonrió con los ojos bien abiertos.
- ¿Otra vez? -pregunté confundida.
- ¡Sí! Ayer de madrugada abriste
los ojos preguntaste por... -Mami calló.
- Por mi hermana -afirmé muy
segura.
-No, Orit. No sé por quién
preguntabas. Llamabas a un niño pero no dijiste su nombre... Tampoco creo que
sea muy importante... - Las ideas vinieron a mí de forma repentina. Me iba a
levantar pero Mami impidió que lo hiciera.
-¿Orit, que pretendes hacer?-
preguntó inútilmente ya que ella sabía perfectamente la respuesta
-Levantarme, tengo que ir a un
sitio. - dije decidida
- Muy bien y qué pretendes que
Apolo me maté por dejar que te vayas?
- No te matará te aprecia lo
suficiente como para no hacerlo- contesté seriamente- Tengo que ir al bosque,
Mami, tengo que ir... he dejado... algo pendiente...
Un grito gutural llamó a la mujer
que tenía delante. Ella no respondió pero, por algún motivo desconocido nosotras
sabíamos que él se acercaría a verme. La puerta se abrió cuidadosamente y unos
ojos verdes esmeralda se dejaron entre ver entre los parpados de una cara
perfecta, colocada encima de unos abdominales descubiertos. Una proporción áurea
que ni los pintores en la Antigua Grecia hubieran sabido plasmar tan bien.
Cuando Apolo me vio incorporada, sus ojos se abrieron. Noté como el corazón se
le aceleraba. Cogió aire y me pareció ver que no podía soltarlo. Sus ojos se
humedecieron un pelín y su boca no sabía si sonreír o entristecer... Apolo era
un chico guapo de verdad. Verle esa cara de niño que tiene pero a la vez, con
esos ángulos tan marcados, era el placer de toda mujer; sin hablar de lo que
había por debajo del cuello. Verlo desnudo era el deseo de medio Asentamiento,
el mío? No lo tenía claro. Verlo tan bloqueado no me parecía justo y no tuve
otro remedio que decir algo:
-Hola! Emms.. qué llevas ahí?-
Nunca era yo la que empezaba una conversación, nunca era yo lo que se
interesaba por él, aunque me interesara, nunca me he sentido a gusto con él, es
demasiado guapo... y esta vez, era yo la que le preguntaba algo, la que se
interesaba.
Sus ojos me miraban, me recorrían
cada espacio de mi cuerpo, cada arruga de mi camiseta, cada hueso que
sobresalía, todo. Me sentía incómoda. Pero cuando vio como me sentía dirigió su
mirada hacia mis ojos:
- La comida que tú no trajiste,
esa que necesitamos para sobrevivir. - contestó echándome en cara. Muy bien
ahora estaba incluso enfadado.
- Perdone Don Apolo, por no haber
caído en que un.... - yo misma frené. ¿A caso, Apolo sabía algo de ese niño? ¿Quién
me había traído hasta aquí?
- ¿Qué, un qué? Ahora también has
perdido la capacidad de hablar?- Estaba frío conmigo, ¿qué era aquello que le
había hecho cambiar su comportamiento? ¿Por qué fingía estar de esa manera?
- Apolo, déjame en paz y vete,
que nadie te ha invitado. - respondí molesta y con voz de cansada.
- ¡Tienes razón, nadie me ha
invitado a mi propia habitación, perdone señorita Greiff, la proxima vez,
pediré permiso para entrar! ¿Necesita que le envíe una carta una semana antes o
con que lo pregunte en el momento basta?- Dio un portazo y se fue. Hasta ese
momento no me había dado cuenta de que estaba en su habitación. De todas
formas, tampoco es que se diferenciara mucho de la mía: son habitaciones muy
vacías; los muebles son algo muy caro que poca gente se puede permitir, y poco
hospitalarias aunque en la mía siempre habían un par de Dalias, en honor a mi
hermana. Estaba molesto, eso estaba claro pero, ¿cuál era el motivo? No creo
que fuera el hecho de que estuviera en su habitación; sería un argumento
demasiado infantil y él no era así. Quizás Mami lo supiera...
- Mami... ¿qué le pasa a este
chico? ¿Me he perdido algo?
Los niños vinieron corriendo
hacia la habitación e imposibilitaron que Mami me diera una respuesta aunque,
su cara no me inspiró confianza y eso era raro.
- ¡Orit! ¡Orit! ¡Orit!- chillaban
todos desde el pasillo.
-Hola mis niños! -dije sonriendo
a causa de su vitalidad- ¿No me habréis echado mucho de menos?
- Solo un poquito -respondió la
más pequeña.
- ¿Seguro que me has echado de
menos a mi? ¿O has echado de menos a mis ataques de cosquillas?- dije moviendo
los dedos de tal manera que parecían querer atacar en cualquier momento.
- Yo he echado de menos tus
historias... Y nuestras guerras... - dijo Thomas.
- ¡Bueno, para eso también está
Apolo! - sonreí yo
- Ya pero Apolo es más fuerte y
siempre nos gana!- dijo un poco angustiado- ¡Y no explica historias chulas…
pero no se lo digas, que él se piensa que si! ¡Shhh! – me dijo bajito y al oído
para que nedie más lo supiera
- Bueno Thomas, no te preocupes
tu ahora por eso! Un día llegarás a ser más fuerte que Apolo! Crecerás te harás
mayor y lucharás por aquello que realmente quieres, pero, nunca olvides a
aquellos que te amaron... -dije recordando a mi abuelo, era él el que me decía
todas esas cosas, era él el que me decía- Esah Aynai!
-Alzaré los ojos! -respondieron
los niños. Salí de la burbuja a la que me llevan esas dos palabras, salí de mis
recuerdos, salí de mi antes y alcé los ojos. Esas criaturas me miraban con sus
ojos llenos de esperanza, llenos de ilusión, no podía abandonarlos.
-¡Muy bien! Ayala, ¿y tú? ¿Tú que
has echado más de menos? - sabía que esa niña no me quería, de hecho, me atrevo
a decir que me quería muerta, pero eso es demasiado grande para una niña.
- Tu comida. Aunque mientras tú
has estado mala, Apolo se ha encargado de traernos comida, siempre faltaba. -
explicó fríamente.
- Bueno, también podrías haber
salido tú a ayudarlo- respondí secamente. Noté un movimiento brusco por parte
de Mami, me miró con esa mirada que me dice algo tal que <<¡Orit! ¡Que
ella es una niña y tú una adulta ya! ¡Por favor compórtate!>> Intenté arreglarlo,
por Mami. - Bueno, seguro que estabas ayudando a Mami a cuidarme y a limpiar la
casa o cuidando a estos pitufines de por aquí... -dije señalandolos con una
sonrisa.
-Sabes quién te ha estado
buscando? - pregunto Dulce con cara pícara. Acto seguido, Thomas salió del
cuarto.
- Pues.... No, no se- dije
dándole vueltas a la cabeza. Podía ser cualquiera: el panadero, el carnicero....
o podía ser nadie. Mientras pensaba, Thomas volvió corriendo por el pasillo
con...- Ohhh!!! Brutuus!! Dear Brutuus! - lo acaricié mientras él me lamía.- Gracias
pitufines míos! -Mami intervino y echó a los niños de la habitación y al perro también
Acababa de limpiar y si había algo que Mami odiara era que alguien le ensuciara
lo que acababa de limpiar. Una vez solas, recordé que Mami no me había
explicado que le pasaba a Apolo.
- Mami! - llamé
- ¿Dime cariño?- me dijo en un
tono maternal. A veces se me olvidaba que Mami tan solo tenía 37 años y que
ella sola hacía el papel de madre y padre en una casa con tantos niños, era
ella la que realmente era valiente.
- ¿Sabes qué le pasaba a Apolo?
-pregunté atenta a su reacción. Suspiró.
- Si cariño, sí que lo sé. La
Guerra no ha hecho más que empezar. Dos bandos luchan por un mismo objetivo y
ninguno de los dos se dará por vencido hasta conseguir lo que quieren., pero no
te preocupes. Por muy
larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Bueno tenia ganas de publicaros algo a vosotros también! Y es que como ya os dije, ahora tengo wattpad! Pero tranquis que yo a vosotros no os abandonoo! Bueno que pensáis de esta historia? Va bien? Va mal? Aiii por favor! Comentad! Decidme algooo!!
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