10- A veces, necesitamos sacar nuestros sentimientos a la luz

- Callate si no quieres acabar en un manicomio!! No te das cuenta de que estos hombres no me ven!!? Y... sí, pero no quiero que te enfades necesito que me ayudes, sabes? eres muy... . Da igual, no te lo voy a decir ahora... Te lo diré cuando sea el momento...

- Mira, lo único que te puedo decir es que mi padre tambien formaba parte de esa asociación... y hay una cosa que no te he dicho... - Alex, hablaba mientras sus ojos acuosos, intentaban esquivar mi mirada de reencor y tristeza- que mi padre... ellos... eran... mediums... y que eran buenos amigos, y que esto de ser medium,.... igual que conmigo....
- Alex!!- chille mientras empezaba a llorar de la angustia que llevaba contenida ya hacía un tiempo- Joder, no te das cuenta que lo que estas diciendo no tiene pies ni cabeza!?!
Lloré, lloré por todo, lloré por la muerte de mi madre, en la cual no había llorado, lloré por la no muerte de mi padre, lloré porque parecía loca, lloré porque nadie me entendía, lloré por mi hermana, lloré porque no volvería a ver a la bruja de mi tía, lloré porque me encontraba sola, lloré como nunca antes lo había hecho, y no dejé de llorar hasta que oí que el motor del      coche paraba.
Un hombre vestido de negro y encapuchado me abrió la puerta, se aseguró de que iba bien atada y me hechó a fuera del coche. Al salir, me aseguré de dejar el espacio necesario para que Álex pudiera pasar. Ese hombre, era alto, y grande aunque, no parecía agresivo. Me llevó delicadamente hasta una habitación sin ventanas. No era la típica habitacion gris sin luz.... parecía una habitacion de niño. Las paredes estaban todas llenas de dibujos, y de coches que le daban un toque divertido. La luz, molestaba, había demasiada. A la derecha una cama corta y esponjosa en la que me asomaban los pies... Definitivamente, esa parecía la habitacion de un niño de unos 6 años.