jueves, 23 de enero de 2014

Capitulo 2

-Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Esa era Mami, tan dulce y valiente. Ahora ella era la que me abría un poquito la tela que hacia la función de cortina. Desde que empezó la Tercera Guerra Mundial, la gente ha tenido que marchar de sus ciudades y la mayoría vivimos en la más absoluta miseria. Nadie nos ha enseñado a sobrevivir. Poca gente posee armas de fuego y quienes las poseen, no se pueden permitir el lujo de malgastar una de sus balas. Mami canturrea. Su voz es la que me acaba de despertar. Ella me regala las fuerzas que de vez en cuando me faltan. Ella me recuerda que estoy viva y que hay alguien en otra parte del mundo que me recuerda, que quizás me necesite y que incluso me quiera, mi hermana me espera y no puedo desperdiciar el tiempo estirada en una cama. El perfume de Mami me marea un poco. Noto que aún no estoy en plena forma, aunque me siento capacitada para levantarme.
-Mami, ¿cómo va todo? - pregunté intentando esconder mi cansancio.
- ¡Orit! ¡Bienvenida otra vez! -sonrió con los ojos bien abiertos.
- ¿Otra vez? -pregunté confundida.
- ¡Sí! Ayer de madrugada abriste los ojos preguntaste por... -Mami calló.
- Por mi hermana -afirmé muy segura.
-No, Orit. No sé por quién preguntabas. Llamabas a un niño pero no dijiste su nombre... Tampoco creo que sea muy importante... - Las ideas vinieron a mí de forma repentina. Me iba a levantar pero Mami impidió que lo hiciera.
-¿Orit, que pretendes hacer?- preguntó inútilmente ya que ella sabía perfectamente la respuesta
-Levantarme, tengo que ir a un sitio. - dije decidida
- Muy bien y qué pretendes que Apolo me maté por dejar que te vayas?
- No te matará te aprecia lo suficiente como para no hacerlo- contesté seriamente- Tengo que ir al bosque, Mami, tengo que ir... he dejado... algo pendiente...
Un grito gutural llamó a la mujer que tenía delante. Ella no respondió pero, por algún motivo desconocido nosotras sabíamos que él se acercaría a verme. La puerta se abrió cuidadosamente y unos ojos verdes esmeralda se dejaron entre ver entre los parpados de una cara perfecta, colocada encima de unos abdominales descubiertos. Una proporción áurea que ni los pintores en la Antigua Grecia hubieran sabido plasmar tan bien. Cuando Apolo me vio incorporada, sus ojos se abrieron. Noté como el corazón se le aceleraba. Cogió aire y me pareció ver que no podía soltarlo. Sus ojos se humedecieron un pelín y su boca no sabía si sonreír o entristecer... Apolo era un chico guapo de verdad. Verle esa cara de niño que tiene pero a la vez, con esos ángulos tan marcados, era el placer de toda mujer; sin hablar de lo que había por debajo del cuello. Verlo desnudo era el deseo de medio Asentamiento, el mío? No lo tenía claro. Verlo tan bloqueado no me parecía justo y no tuve otro remedio que decir algo:
-Hola! Emms.. qué llevas ahí?- Nunca era yo la que empezaba una conversación, nunca era yo lo que se interesaba por él, aunque me interesara, nunca me he sentido a gusto con él, es demasiado guapo... y esta vez, era yo la que le preguntaba algo, la que se interesaba. 
Sus ojos me miraban, me recorrían cada espacio de mi cuerpo, cada arruga de mi camiseta, cada hueso que sobresalía, todo. Me sentía incómoda. Pero cuando vio como me sentía dirigió su mirada hacia mis ojos:
- La comida que tú no trajiste, esa que necesitamos para sobrevivir. - contestó echándome en cara. Muy bien ahora estaba incluso enfadado.
- Perdone Don Apolo, por no haber caído en que un.... - yo misma frené. ¿A caso, Apolo sabía algo de ese niño? ¿Quién me había traído hasta aquí?
- ¿Qué, un qué? Ahora también has perdido la capacidad de hablar?- Estaba frío conmigo, ¿qué era aquello que le había hecho cambiar su comportamiento? ¿Por qué fingía estar de esa manera?
- Apolo, déjame en paz y vete, que nadie te ha invitado. - respondí molesta y con voz de cansada.
- ¡Tienes razón, nadie me ha invitado a mi propia habitación, perdone señorita Greiff, la proxima vez, pediré permiso para entrar! ¿Necesita que le envíe una carta una semana antes o con que lo pregunte en el momento basta?- Dio un portazo y se fue. Hasta ese momento no me había dado cuenta de que estaba en su habitación. De todas formas, tampoco es que se diferenciara mucho de la mía: son habitaciones muy vacías; los muebles son algo muy caro que poca gente se puede permitir, y poco hospitalarias aunque en la mía siempre habían un par de Dalias, en honor a mi hermana. Estaba molesto, eso estaba claro pero, ¿cuál era el motivo? No creo que fuera el hecho de que estuviera en su habitación; sería un argumento demasiado infantil y él no era así. Quizás Mami lo supiera...
- Mami... ¿qué le pasa a este chico? ¿Me he perdido algo?
Los niños vinieron corriendo hacia la habitación e imposibilitaron que Mami me diera una respuesta aunque, su cara no me inspiró confianza y eso era raro.
- ¡Orit! ¡Orit! ¡Orit!- chillaban todos desde el pasillo.
-Hola mis niños! -dije sonriendo a causa de su vitalidad- ¿No me habréis echado mucho de menos?
- Solo un poquito -respondió la más pequeña.
- ¿Seguro que me has echado de menos a mi? ¿O has echado de menos a mis ataques de cosquillas?- dije moviendo los dedos de tal manera que parecían querer atacar en cualquier momento.
- Yo he echado de menos tus historias... Y nuestras guerras... - dijo Thomas. 
- ¡Bueno, para eso también está Apolo! - sonreí yo
- Ya pero Apolo es más fuerte y siempre nos gana!- dijo un poco angustiado- ¡Y no explica historias chulas… pero no se lo digas, que él se piensa que si! ¡Shhh! – me dijo bajito y al oído para que nedie más lo supiera
- Bueno Thomas, no te preocupes tu ahora por eso! Un día llegarás a ser más fuerte que Apolo! Crecerás te harás mayor y lucharás por aquello que realmente quieres, pero, nunca olvides a aquellos que te amaron... -dije recordando a mi abuelo, era él el que me decía todas esas cosas, era él el que me decía- Esah Aynai!
-Alzaré los ojos! -respondieron los niños. Salí de la burbuja a la que me llevan esas dos palabras, salí de mis recuerdos, salí de mi antes y alcé los ojos. Esas criaturas me miraban con sus ojos llenos de esperanza, llenos de ilusión, no podía abandonarlos.
-¡Muy bien! Ayala, ¿y tú? ¿Tú que has echado más de menos? - sabía que esa niña no me quería, de hecho, me atrevo a decir que me quería muerta, pero eso es demasiado grande para una niña.
- Tu comida. Aunque mientras tú has estado mala, Apolo se ha encargado de traernos comida, siempre faltaba. - explicó fríamente. 
- Bueno, también podrías haber salido tú a ayudarlo- respondí secamente. Noté un movimiento brusco por parte de Mami, me miró con esa mirada que me dice algo tal que <<¡Orit! ¡Que ella es una niña y tú una adulta ya! ¡Por favor compórtate!>> Intenté arreglarlo, por Mami. - Bueno, seguro que estabas ayudando a Mami a cuidarme y a limpiar la casa o cuidando a estos pitufines de por aquí... -dije señalandolos con una sonrisa.
-Sabes quién te ha estado buscando? - pregunto Dulce con cara pícara. Acto seguido, Thomas salió del cuarto.
- Pues.... No, no se- dije dándole vueltas a la cabeza. Podía ser cualquiera: el panadero, el carnicero.... o podía ser nadie. Mientras pensaba, Thomas volvió corriendo por el pasillo con...- Ohhh!!! Brutuus!! Dear Brutuus! - lo acaricié mientras él me lamía.- Gracias pitufines míos! -Mami intervino y echó a los niños de la habitación y al perro también Acababa de limpiar y si había algo que Mami odiara era que alguien le ensuciara lo que acababa de limpiar. Una vez solas, recordé que Mami no me había explicado que le pasaba a Apolo.
- Mami! - llamé
- ¿Dime cariño?- me dijo en un tono maternal. A veces se me olvidaba que Mami tan solo tenía 37 años y que ella sola hacía el papel de madre y padre en una casa con tantos niños, era ella la que realmente era valiente.
- ¿Sabes qué le pasaba a Apolo? -pregunté atenta a su reacción. Suspiró.

- Si cariño, sí que lo sé. La Guerra no ha hecho más que empezar. Dos bandos luchan por un mismo objetivo y ninguno de los dos se dará por vencido hasta conseguir lo que quieren., pero no te preocupes. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

Bueno tenia ganas de publicaros algo a vosotros también! Y es que como ya os dije, ahora tengo wattpad! Pero tranquis que yo a vosotros no os abandonoo! Bueno que pensáis de esta historia? Va bien? Va mal? Aiii por favor! Comentad! Decidme algooo!!

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